Estas magdalenas de leche condensada muy esponjosas son muy fáciles de hacer, están muy buenas y son perfectas para tu desayuno, merienda o cuando quieras.
Aunque para prepararlas vamos a usar leche condensada te aseguro que no resultan nada empalagosa, la leche condensada les aporta el dulzor justo; no le vamos a añadir más azúcar, y humedad, por lo que nos quedarán esponjosas.
Seguro que les gustan a todos.
Vídeo receta; magdalenas de leche condensada muy esponjosas:
Magdalenas de leche condensada muy esponjosas
Dificultad: fácil Raciones: 12 – 15 unidades Tiempo: 30 minutos más reposo
Ingredientes:
- 4 huevos medianos
- 400 gr de leche condensada
- 150 ml de aceite suave (aceite de girasol)
- Una cucharadita de esencia de vainilla
- La ralladura de un limón
- 210 gr de harina común de trigo
- 15 gr de levadura química o polvos de hornear
Elaboración de la magdalenas de leche condensada muy esponjosas:
Vertemos los huevos en un cuenco grande y con la ayuda de unas varillas batimos hasta que tripliquen su volumen.
Después de añadimos la leche condensada y seguimos mezclando a velocidad lenta; continuamos con el aceite y después con la esencia de vainilla y la ralladura de limón. Y seguimos mezclando.
Por otro lado juntamos la harina con la levadura y la echamos sobre la mezcla anterior. Lo haremos de poco en poco; echamos un par de cucharadas y mezclamos bien hasta que este totalmente integrado.
Y seguimos mezclando poco a poco hasta incorporar toda la harina.
Guardamos en el frigorífico hasta que la masa este bien fría, al menos 2 horas. Aunque la podéis dejar de un día para otro.
Yo la preparo por la noche y a la mañana siguiente preparo las magdalenas de leche condensada muy esponjosas.
A la hora de cocerlas tenemos que precalentar el horno a 200ºC con calor arriba y abajo, y la masa debe de estar bien fría.
Repartimos la masa en las capsulas; si llenarlas hasta arriba, solo 2/3, y espolvoreamos con un poco de azúcar antes de meterlas en el horno.
Dejamos a mitad de altura unos 15 – 18 minutos hasta que hayan subido y estén doradas.
Para comprobar que están podéis pincharlas con una brocheta en el centro y si esta sale limpia las tenemos.
Las sacamos de la bandeja y dejamos que se enfríen encima de una rejilla.
Una vez frías las tenemos listas para comer. Para conservarlas podéis guardarlas en un recipiente hermético y protegidas de la humedad y la luz.
Como siempre espero que os haya gustado esta receta de las magdalenas de leche condensada muy esponjosas.
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