Ricard Camarena, un cocinero de grandes valores que se ha hecho a si mismo y ha llegado a donde esta por méritos propios. El dice que la suerte y las casualidades han formado parte de su trayectoria profesional, pero yo creo que ha sido saber tomar buenas decisiones cuando todo jugaba en su contra y aprovechar oportunidades en el momento justo.
Un día decidió, según sus propias palabras, que era mejor tener la ambición de ser un gran cocinero que un mediocre trompetista. De hay que conserve su trompeta enmarcada y expuesta en su restaurante Ricard Camarena.
El pasado martes visitó el Tondeluna en la serie de talleres que ofrece Francis Paniego en su local en Logroño. Es día Ricard Camarena se presentó a si mismo, aunque quizás lo lógico hubiera sido que nos hablara de cocina, decidió relatarnos su trayectoria profesional y nos encantó.
Un hombre cercano, muy normal, con los pies en la tierra que comenzó con 26 años a estudiar cocina pidiendo un préstamo personal para ello, tras la escuela y para poder pagar al banco cogió el bar de las piscinas de su pueblo en Barx donde además de vender gusanitos, pipas o bocadillos comenzó lo que más tarde seria su cocina actual, siempre por necesidad y la falta de financiación pero sin abandonar sus valores, intentando coger ideas , aprender de todo lo que estaba a su alrededor, en aquellos momentos Miquel Ruiz en Moraira le serviría de gran inspiración ( os aconsejo que si podéis lo visitéis su local en Denia, El Baret Miquel, de una sencillez espectacular ).
En el 2004 se traslada a Gandía y abre con su mujer el Arrop nombrado restaurante revelación en Madrid fusión y recibiendo una estrella Michelin en el 2006, pero sin apoyos de clientes decide mudarse a Valencia.
Tras una nueva etapa del Arrop en Valencia, en el Caro Hotel; la aventura frustrada de Fudd un restaurante de low-cost que fracaso por que como muy bien dice Ricard, es tan malo llegar pronto como llegar tarde, llegaría en el 2012 la triple aventura: Central Bar, Canalla Bistro, Restaurante Ricard Camarena. Tres locales muy diferentes, pero con los mismos valores, el producto, la cocina valenciana y el que mayor importancia tiene para el cocinero y que no deja de mencionar en toda la charla, sus empleados, las personas que forman el conjunto de Ricard Camarena. Y por su puesto el apoyo en todo momento de su mujer Mari Carmen Buñuls, que le aporta la estabilidad necesaria para que todos sus locales sean rentables y den beneficios.
Su último proyecto Ricard Camarena Lab se une a los anteriores en su concepto de sostenibilidad económica y para dar cobertura a las necesidades del conjunto, tanto en la producción como el de reciclaje y ofreciendo cursos de cocina para todos los públicos.
Y como no el taller terminó con una cena maravillosa por parte del equipo de Tondeluna con dos platos de Ricard:
Una noche redonda, en la que disfrutamos conociendo a este gran cocinero y al que no perderemos la pista, ya que tiene mucho que enseñarnos como cocinero, empresario y persona.